La clave es hacer que los líderes enfoquen sus agendas en asuntos estratégicos, vinculados con lo que harán y no sólo con lo que ya han hecho. Se debe alentar una discusión abierta de la información y no una cultura que se enfoque a castigar los resultados negativos. Esto alienta el trabajo en equipo y motiva a los gerentes a detectar los problemas en una etapa temprana.
