13.2.11

Diccionario de gestión sanitaria (II)

La atención a la salud orientada a las personas se centrará en torno a las necesidades específicas de los pacientes, convenientemente caracterizados y agrupados, y no a partir de la oferta de servicios de cada institución o nivel asistencial. La financiación de planes de cuidados y de riesgo compartido buscará minimizar la hospitalización evitable a través de una buena gestión de pacientes y de enfermedades, que suavice los episodios de enfermedad y las complicaciones.

Las organizaciones sanitarias necesitan articularse, en lo que respecta a su funcionamiento, dentro de sistemas integrados de salud que sirvan a una población determinada y conocida cuyas enfermedades no entienden de niveles asistenciales.

Los resultados en salud exigen el desarrollo de una batería de indicadores bien conceptualizados, capaces de medir las distintas dimensiones de la calidad, efectividad, eficiencia y su contribución a la mejora de la salud de los pacientes y a la mejora de las prácticas asistenciales.

La prioridad esencial de nuestros centros sanitarios de cualquier nivel y titularidad, debe ser la mejora de la producción y los resultados clínicos, para lo cual sus integrantes deben tener distintas competencias, en primer lugar como gestor de recursos, es decir, ser responsable de un equipo multidisciplinar y ejercer el liderazgo con objetivos asistenciales comunes dirigidos a uno o varios procesos asistenciales. En segundo lugar, competencias para el desarrollo de instrumentos de apoyo al proceso clínico, el análisis de la producción clínica y la aplicación de programas de Gestión Clínica.

Por último y para que la gestión sanitaria no genere anticuerpos entre los médicos necesitamos de su implicación no coercitiva en la gestión, de la mejora del diálogo entre gerentes y jefes clínicos, de las mejores actitudes de los gestores hacia los clínicos y de contar con los instrumentos que hagan posible y fácil la medición de los procesos asistenciales y la evaluación de resultados. Así compartirán entornos de confianza y fluirán experiencias en ambas direcciones. Si antes conseguimos que hablen un lenguaje común entre ellos, será mayor la probabilidad que se entiendan, negocien y lleguen a acuerdos.

http://www.fundacionabbott.es/documentos/publicaciones/gestionsantariamedicos.pdf